¿No crees que deberíamos hacer algo?
El invierno comenzará el próximo 22 de diciembre, pero desde hace tiempo se viene oyendo hablar de otro tipo de invierno, uno más preocupante, uno al que no necesariamente seguirá una primavera: el invierno demográfico. Basta una mirada a la prensa para encontrar un sinnúmero de cifras que confirman que cada vez hay menos jóvenes y más ancianos.
Sin embargo, el contraste con la situación en el Ensanche se puede comparar a la reconfortante sensación que te invade cuando entras a casa una fría noche y en su interior reina un cálido bullicio. El siguiente gráfico muestra que la población del Ensanche (azul) es mucho más joven que la media madrileña.
Abandonando las impersonales estadísticas, podemos quedarnos con el dato de que en nuestro barrio viven casi 10 000 menores de 10 años, y unos 15 000 menores de 25 años. Cada uno con su vida, con su familia, con sus aspiraciones… cada uno querido de Dios.
¿Y esto a qué viene? ¿Es esta una newsletter sociológica o parroquial?
Tu parroquia es el lugar donde vives la fe y te encuentras con Dios, pero es más que eso (¡como si fuera poco!). Es también un punto de comunión del barrio, el consuelo en los malos momentos y la dicha en los buenos, una mano siempre tendida hacia los más desfavorecidos, un aparcamiento para el constante estrés que nos impone la vida, una transmisora de la fe a tus hijos… Es, en definitiva, una lanzadera de los ideales imposibles que, con Dios, que merecen la pena.
Pero tu parroquia es también su parroquia. En el invierno demográfico está el calor de la Misión: del apostolado, de hablar a otros de Dios, de hacer prender el Evangelio… La alegría, en definitiva, de creer.
¿No crees que deberíamos hacer algo?
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