Una situación “embarazante”

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Una situación “embarazante”

Imagino que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define una situación embarazosa como aquella que genera rubor o enredo, dificultad.

Muchas mujeres de nuestro barrio del Ensanche de Vallecas están pasando en estos días por una situación… embarazante. Nada de enredo, nada de rubor: sobre todo la ilusión de un nuevo nacimiento que comienza a alumbrar en su interior. Ellas hacen más bonito nuestro barrio, porque en ellas se expresa una esperanza maravillosa: la esperanza de una nueva vida.

Sin embargo, no todas pasan por un embarazo fácil. Es verdad, para algunas puede llegar a ser un situación embarazosa. Otras tienen muchas dificultades, e incluso algunas tienen que guardar cama.

Por eso, porque queremos que todas ellas cuenten con todo nuestro cariño, TODOS LOS 25 de cada mes, después de la Misa de la tarde, haremos una bendición especial de embarazadas. Será muy breve… y muy bonito.

¿Qué ocurre si no puedes venir por guardar reposo o algún contratiempo? Le daremos a tu marido o a quién envíes una estampa de la Virgen de la parroquia, especialmente bendecida para ti. Piensa que fue un día 25 la jornada en que vio la luz el hijo de Dios, y piensa también que tenemos la suerte de tener una Virgen embarazada, Santa María de Nazaret.

Ella, que es tan guapa y que ya ha hecho milagros en nuestro barrio, te ayudará. Acudid con confianza a la Madre de la Gavia… y sentíos en la parroquia como en vuestra casa. Os esperamos este domingo y todos los 25 de cada mes en la Misa de la tarde. Veréis que bendición tan llena de vida. Dios os bendiga.

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Comentarios (2)

  • Inmaculada para ESPERANZA Contestar

    No te marches allí… me decían todos, el Ensanche de Vallecas esta sin vida y no te traerá nada más que problemas añadidos al que tú ya tienes, que es más que bastante. Las viviendas bajan de valor, la delincuencia sube en inmundicia, su terreno es un estéril desierto abocado a extinguirse en vertedero, olvidado por todos, descuidado por el ayuntamiento, paralizado por las constructoras, apartado de sus planes urbanísticos y convertido en un utópico proyecto de lo que pudo haber sido y nunca será. Y yo, amante de los retos, encontrándome por aquel entonces iniciando un pulso con la vida y haciendo caso omiso a quien va contando batallitas a alguien que está en plena guerra, cogí mi quimioterapia recién comenzada y allí me marché.
    El barrio no desmentía lo que describían de él, la quimioterapia tampoco, era y es un barrio olvidado, con múltiples etnias abocadas a entenderse en una convivencia que según recovecos se hace insostenible (como tantos periódicos siguen denunciando con gran acierto y algunos vecinos padeciendo a pie de trinchera) pero hay muchos matices que no me contaron y que es necesario anotar para que esa verdad, contada a medias, no se quede en mentira.
    Es cierta y muy preocupante la situación de nuestra “Tara vallecana” en las olvidadas tierras del sureste madrileño y nunca fue tarea fácil comenzar tamaña labor de colonización, casi para valientes aspirantes a héroes, pero también es verdad que cuando se percibe un problema tan grande que se antoja hasta infranqueable puede que no veamos lo achicada que se esta haciendo nuestra alma y con ella nuestra fe. Yo no tarde en descubrirlo paseando una mañana hacia el centro comercial de la gavia, el único reducto de terreno que, según me aconsejaron, sería capaz de mitigar mi soledad por esas inhóspitas tierras tan alejadas del centro de Madrid. Volvía de esta urbe comercial con mi soledad a cuestas, esa soledad sonora del que no está solo sino mal acompañado, fui a cruzar la calle y al otro lado divise una caseta de obra y casi a punto de pasarla sonó música de iglesia y allí que entre. A mitad de homilía ya me había percatado de mi acertada decisión al elegir mi vivienda en el barrio. Allí, en ese barracón convertido en parroquia, estaba todo lo que necesitaba y nada de lo que me contaron, como tantos otros detalles que omitieron por ser tan obvios que no merecen nombrarse pero que al prestarles atención terminan siendo los que dan el auténtico sabor a la vida.
    ¿O quién no ha visto nuestros rosados amaneceres con Eos la de los dedos de rosa rozando el cielo vallecano cuando se contempla hasta el infinito con las amplias miras de nuestro ensanche tan difícil de conseguir en los concurridos espacios de la capital? O esos multicolores atardeceres en rompimiento de gloria que rasgan los sentidos y paralizan la razón hasta convertir nuestro asombro en plegaria. ¿Quién no ha quedado petrificado, con la mirada secuestrada por los dorados trigales que irrumpen los veranos del ensanche en tierras castellanas donde las haya? ¿Quién no se ha sentido en Manhattan a ritmo de jazz paseando hacia la esbelta torre negra, flanqueada la noche por las luces de esas fuentes que salen al paso, susurrando una escenografía de autentico cine neoyorquino? ¡Que triste! No poder ver ni disfrutar de las auténticas maravillas que sólo Dios es capaz de darnos… a todos.¿Quién no ha pasado un mal día, unos insufribles momentos, un descorazonador problema con el que creyó haberlo perdido todo en la vida, o la vida misma, y acercándose a nuestra humilde y recóndita parroquia, casi tan minúscula como el taller de Nazaret, encontró lo realmente perdido… la ESPERANZA que sólo nuestra madre, María de Nazaret, sabe darnos con su consuelo cuando la buscamos de verdad. Desde los máximos problemas hasta los mínimos, todos son problemas cuando uno los soporta, no se extinguen de repente pero cuánto cambian de dolor y de tamaño cuando sabemos compartirlos con ella acercándonos un poquito más a Cristo hasta rozar su cruz. Hoy al leer este post del Padre D.Fulgencio pienso en qué mejor momento para abrir esa puerta a la ESPERANZA que bendiciendo la ESPERANZA de una nueva vida en aquellas madres del Ensanche de Vallecas que con su presencia imponen vida y emanan ESPERANZA por todo el barrio para continuar lo que en ésta parroquia hemos comenzado. Y que buenos guías nos ha puesto Dios para ello. ¿Quién se apunta al reto?
    “El hombre que se rinde sólo conoce su miseria”. Job

    4 noviembre, 2015 at 7:44 am
  • Yusmarie Contestar

    Wow, simplemente Encantadores, el texto de Don Ful y tu mensaje Inmaculada. Que certeros y llenos de vida!

    4 noviembre, 2015 at 1:09 pm

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